miércoles, 26 de octubre de 2011

¿Hay alguna evidencia que sugiera que estirar antes del ejercicio sirve para prevenir lesiones?

         En 1983, Ekstrand publicó sus resultados en un grupo de futbolistas de elite distribuidos aleatoriamente en dos grupos; el grupo que estiro y calentó antes del ejercicio; utilizó espinilleras, botas especiales, taping de los tobillos, rehabilitación controlada después de las lesiones y un programa de educación tuvo un 75% menos de lesiones que el grupo control. En 1992, Bixler publicó unos resultados favorables utilizando estiramiento y calentamiento en los intermedios de los partidos en el fútbol americano.

          Primero, parece aceptado que un músculo más distensible absorberá más energía y es más difícil de lesionar; aumentos de temperatura, inmovilización o fatiga muestran una reducción en la misma. Aunque no se trata de un equivalente directo con el estiramiento, no parece existir.

       Segundo, la mayor parte de las lesiones musculares parecen ocurrir durante una contracción excéntrica, que puede provocar la lesión dentro del arco de movimiento normal del músculo. Si esto es así, ¿por qué el que el músculo se estire más va a proteger más dentro del arco normal de movimiento?

Tercero, el estiramiento produce lesiones tisulares a nivel ultraestructural, provoca dolores (agujetas), es decir, microlesiones. ¿Por qué provocar microlesiones va a ser bueno sobre el músculo?.

Cuatro, el estiramiento parece tener un efecto analgésico/anestésico, aumentando la tolerancia al dolor. ¿Es lógico reducir la tolerancia de un sujeto al dolor, probablemente lesionando sus microfibrillas en mayor o menor medida?

Debemos recordar que gran parte de las decisiones que tomamos en el campo de la traumatología deportiva tienen una base histórica, y cuando dicha base no es sólida se pueden cuestionar. A sabiendas de que la base fisiológica de nuestro razonamiento en incorrecta, pero “puede funcionar”, o intentar cambiar a una intervención basada en los conocimientos actuales comprobados (sin saber si  representan la verdad última o no).

Más tarde, Van Mechelen (1993) publicó un trabajo en el cual no había diferencia y en 1989 se publicaron en Canadá dos estudios que intentaban hallar factores predictivos para las lesiones en corredores, sin poder relacionarlos con el hábito de estirar o no. Es decir, aquí no tenemos una evidencia sólida ni en un sentido ni en el otro… ¿vamos a las bases científicos?

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