sábado, 12 de noviembre de 2011

Bases Metodológicas de la propiocepción

· El entrenamiento propioceptivo tiene como objetivo principal mejorar la velocidad de respuesta, la coordinación y el control neuromuscular que nos permita proteger y mantener una adecuada posición articular en cualquier situación (choques, movimientos específicos, cambios repentinos de posición, etc.) durante el transcurso de las actividades deportivas.



· La lesión articular afecta a los mensajes aferentes, que resultan confusos (o incluso ausentes), produciendo la inhibición de los mecanismos musculares reflejos que permitan la compensación inmediata ante alteraciones inesperadas.

· La reeducación propioceptiva consiste, en esencia, en una serie de ejercicios y actividades organizadas jerárquicamente según el objetivo neurofisiológico inmediato a lograr y las modalidades sensoriales utilizadas, para adquirir esquemas automáticos o reflejos de coordinación neuromotriz que le den seguridad al deportista pero el retorno a la vida deportiva.



Por lo tanto, TODO ES PROPIOCEPCIÓN

· Los productos propioceptivos son fundamentales para aprender y controlar los movimientos que conforman las técnicas deportivas.

· Los mecanismos de retroalimentación sensoriales informan a los sistemas de regulación motriz de su estado interno en referencia al movimiento producido y de sus relaciones con el medio de forma prácticamente continua (sistema de control en circuito cerrado).

· Este modelo es aplicable a aquellas tareas en las que la continuidad de la acción y el ritmo de ejecución permite emplear las retroalimentaciones sensoriales durante el desarrollo de las mismas.

· Existen movimientos balísticos en los que es imposible la regulación momento a momento vía retroalimentación sensorial, y por tanto, exigen una programación.

· Como el control se realiza a tres niveles diferentes, se buscará llevar a cabo un entrenamiento que estimula al máximo los mecanoreceptores y las vías aferentes, haciendo llegar la información hasta los diferentes niveles.

Es preciso tener en cuenta las adaptaciones que estamos provocando en cada nivel de control, para actuar en función de los requerimientos de la especialidad deportiva.



A NIVEL ESPINAL

- Buscaremos trabajar la estabilidad refleja de la articulación a través de actividades consistentes en alteraciones repentinas de la posición articular que necesitan una estabilización muscular refleja.



A NIVEL TALLO ENCEFÁLICO

- Se realizarán actividades de equilibrio y postura, tanto con información visual como sin ella.

- Para mejorar la propiocepción hay que buscar una escala de complicación de la tarea, siendo una progresión lógica y lenta, y a medida que se vaya realizando ha de ser automatizada. Tenemos que aportar y eliminar información, obligando a modificar las referencias táctiles. Hay que ajustar el tipo de ejercicios a las demandas y habilidades del deporte.



A NIVEL CORTICAL

- Se buscará estimular al máximo la conciencia cognoscitiva de posición y movimientos corporales, hasta conseguir la conversación del programa motor de consciente e inconsciente: los movimientos que se repiten pueden almacenarse como órdenes centrales y ser realizadas sin una referencia continúa a la consciencia.

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