martes, 8 de noviembre de 2011

Factores Extrínsecos

1.- FACTORES ESPECÍFICOS DEL DEPORTE
a.- HABILIDADES ESPECÍFICAS DEL DEPORTE.
- La forma en que se ejecutan las habilidades específicas de un deporte puede poner al deportista en una situación de riesgo de lesión: por ejemplo, en críquet, Burnett et al. (Sport Helath, 1991) identificaron una técnica defectuosa en la ejecución del lanzamiento rápido como un factor de riesgo significativo para las lesiones de stress de la pars interarticularis de las vértebras lumbares (espondilolisis): el defecto concreto consistía en una mezcla de las posiciones frontal y lateral al realizar el lanzamiento, de manera que el tronco estuviera situado en una posición lateral y el tren inferior en una posición frontal con respeto al bateador.
- A parte de un técnica mal ejecutada, algunas veces, la técnica empleada en un deporte, incluso correctamente realizada, puede provocar un riesgo de lesión, tal y como ocurre durante el lanzamiento en béisbol o en la brazada de voleibol, por ejemplo.
b.- NIVEL DE PRÁCTICA.
c.- PERIODOS DE JUEGO.
d.- REGLAS DE COMPETICIÓN.
e.- ALTURA DE LA TEMPORADA.
f.- INSTANTE DE PARTIDO/COMPETICIÓN.
g.- TIPO DE ENTRENAMIENTO.
- El objetivo del entrenamiento es preparar al deportista para su rendimiento, y no debería constituir, por sí mismo, otro riesgo de lesión. En muchos deportes, los índices de lesion son mucho menores durante el entrenamiento que durante la competición, aunque en la carrera de larga distancia, uno de los parámetros predictivos de lesiones más consistentes en el número quilómetros que el corredor hace en su entrenamiento (hoeberings, Sports Med, 1992).

2.- EQUIPAMIENTO
- El casco puede dar una falsa sensación de seguridad al desaparecer el contacto directo con la cabeza, pero aún así se producen conmociones, y además emplearse de manera incorrecta, con resultados nocivos, como ocurrió en fútbol americano, donde redujo el riesgo de lesiones en la cabeza, pero aumentó el de lesiones de la columna cervical.
- En otras circunstancias el no utilizar un equipamiento adecuado puede favorecer la aparición de ciertas lesiones, como las orofaciales en los jugadores de rugby o karatekas que no emplean protectores bucales o las lesiones traumáticas en los futbolistas que no usan espinilleras o utilizan unas espinilleras inadecuadas.
- Una zapatilla pierde parte (entre un tercio y la mitad) de su capacidad de absorción de impactos en los primeros 400 Km. de uso, por lo que los corredores que las emplean distancias superiores pueden tener un riesgo aumentado de la lesión.
3.- FACTORES AMBIENTALES

a.- TEMPERATURA.
- Las temperaturas excesivamente elevadas o bajas así como el grado de humedad relativa del ambiente, pueden provocar golpes de calor, deshidratación, etc., aunque el concepto de que el tiempo atmosférico está relacionado con lesiones musculoesqueléticos no ha sido respaldado por ningún estudio serio (Magnuire, Sport Health, 1990), y los pocos que lo han considerado no han obtenido resultados significativos, por ejemplo, en fútbol femenino en Europa (Enstrom, Amer J Sports Med, 1991), aunque sólo con 41 jugadoras y una temporada.

b.- HUMEDAD AMBIENTAL.

c.- TIPO DE SUPERFICIE.
- La superficie de juego puede ser un factor de riesgo en determinadas situaciones, aunque pocos estudios lo han confirmado de manera fehaciente.
- Parece existir relación entre la dureza y adherencia del terreno de juego al calzado, sobre todo en fútbol y similares.
Deportes al aire libre:
- Las lesiones en LCA en fútbol australiano suponen 40/1000 partidos en la época de verano (Febrero/Marzo) y sólo 20/1000 partidos en invierno (Mayo/septiembre).
Deportes Indoor:
- No existen diferencias significativas en deportes de sala: baloncesto muestra un reparto casi uniforme de lesiones a lo largo de los meses (Ochard, J Sci Sports Med, ’01).
- En los partidos de AFL jugados en un tipo de césped (cynodon dactylon) se ha encontrado una tendencia a mayor número de lesiones de LCA que en los jugados en otro (Lolium perenne –atracción menor-) que parece permitir una tracción calzado – superficie más baja (Ochard, J Sci Sports Med, ’01).

d.- ESTADO DE LA SUPERFICIE.
- El cambio de fechas de la liga de rugby inglesa de invierno a verano en 1996 se siguió de un incremento en el número de lesiones (en zagueros por mecanismo indirecto –pivotar- y delanteros por mecanismo directo –caída­­-), atribuido al incremento de la dureza de las superficies de juego (Phillips LH, Br J Sports Med, ’98).
- Los estudios comparativos en AFL entre turf y césped muestran incrementos de este el 30 – 50 % de lesiones en MMII en sintético, aunque sobre todo a expensas de lesiones leves, sin diferencias significativas en porcentaje de lesiones generales.
- El análisis de 53 roturas de LCA en 6724 partidos de balonmano en Noruega mostró una incidencia casi por tres veces superior en mujeres jugando en superficies sintéticas que jugando en madera, sin hallazgos similares en hombres (Oslen OE, Scand J Med Sci Sports ’03).

EL EQUIPAMIENTO: a pesar de todo, el deporte conlleva un riesgo en sí mismo, y no es posible controlar las variables.
- En relación con las lesiones de LCA, parece evidente que los factores de riesgo influyen el ser mujer, haber tenido una lesión previa de LCA insuficientemente rehabilitado, tener una escotadura intercondilea estrecha, participar en competiciones más que entrenamientos, y utilizar botas de tacos periféricos comparando con otros diseños de tacos.
- Para las lesiones de tobillo, el riesgo es mayor en el baloncesto universitario que es el de secundaria (high school), lo que sugiere que los niveles más altos de exigencia o de dominio de destrezas pueden aumentar la incidencia de lesiones. Hay alguna evidencia de que el taping o las ortesis pueden reducir el riesgo de lesiones de tobillo, especialmente en deportistas que han tenido lesiones previas de tobillo. Por lo demás, la hiperlaxitud no parece ser un factor de riesgo para las lesiones de tobillo.
- Los factores de riesgo para las fracturas de estrés de los MMII incluyen los pies cavos o con retropiés varos, la edad más mayor en el momento de la menarquia y un contenido mineral óseo reducido.
- Los hallazgos sobre otros factores de riesgo no están tan claros. La falta de acuerdo puede asociarse con unos niveles de riesgo basales diferentes para diferentes deportes, diferencias en las técnicas empleadas para medir los mismos factores de riesgos potenciales, utilización de métodos estadísticos diferentes, el uso de definiciones de lesiones y sistemas de clasificación de la gravedad de las lesiones distintos, y el momento y frecuencia de la recogida de datos.
- Los estudios futuros deberían ser prospectivos, usar un tamaño muestral suficiente para asegurar una potencia estadística adecuada, incluir un número suficiente de hombres y mujeres si se quieren estudiar el efecto del sexo sobre el riesgo de lesiones, incorporar la recogida de datos sobre el tiempo de exposición al riesgo, tanto en competiciones como en entrenamiento, y utilizar sistemas de identificación y clasificación de la gravedad de las lesiones estandarizadas.

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